¿Cómo apoyar a los niños, niñas y adolescentes?

Las reglas claras y las recompensas justas son un elemento esencial para orientar el comportamiento.

• Establece prioridades y plantea reglas tanto para niños, niñas y adolescentes como para adultos.
• Explica la importancia de las reglas y acuerda recompensas o sanciones razonables.
• Ubica las reglas en un lugar visible en el que todos puedan registrar su progreso siguiéndolas.
• Genera espacios regulares para revisar las reglas y acordar ajustes, de ser necesario.
• Sé inteligente con el uso de recompensas y sanciones, considera lo que valora el niño, niña o adolescente.
• Utiliza las recompensas solo cuando el comportamiento responda a las reglas que buscas alentar.
• Sé consistente, acógete a las reglas acordadas y cumple siempre con lo que digas que harás.
• Alienta y elogia los esfuerzos que hace el niño, niña o adolescente para seguir las reglas y tener éxito.
• Asegúrate que el niño, niña o adolescente comprenda lo que se recompensa o sanciona.
• Usa las sanciones como último recurso, cuando las recompensas no hayan funcionado.

Las emociones son un mundo por explorar y conocer para niños, niñas y adolescentes.

• Crea espacios para conversar sobre sus emociones.
• Cuando expresen malestar por sus experiencias emocionales, tomate un tiempo para explicarles que son normales, pasarán y qué pueden hacer para sentirse mejor.
• Ayúdalos a reflexionar sobre sus sentimientos, pensamientos y comportamientos, para que puedan aprender de estas experiencias.
• Algunos niños, niñas y adolescentes pueden molestarse más cuando las cosas no salen como esperan, es importante que les expliques las razones del cambio y ofrezcas alternativas para distraer su atención hacia otros temas de su interés.
• Promueve el uso de técnicas que se ajusten a las particularidades del niño, niña o adolescentes para ayudarle a manejar grandes emociones. Por ejemplo: respirar hondo, hacer una pausa para sentir su entorno o actividades creativas relajantes.
• Ofrece elogios y pequeñas recompensas cuando puedan usar con éxito estrategias para gestionar sus emociones.
• Presta atención a las rutinas y asegúrate qué conserven sus hábitos alimenticios, de sueño, de actividad física, recreación y de relacionamiento social.
• Observa atentamente, con el tiempo aprenderás a notar tempranamente las señales de experiencias emocionales importantes y podrás utilizar las estrategias más adecuadas.

Cuidar niños, niñas y adolescentes puede desafiar tus recursos emocionales, la comunicación clara es clave.

• Aunque parezca obvio, procura conversar estando en el mismo lugar que el niño, niña o adolescente.
• Obtén toda la atención y concéntrate eliminando distracciones como teléfonos o computadoras.
• Asegúrate de que puedas ver sus ojos y su boca y que puedan ver los tuyos.
• Asegúrate de hablar claramente y con calma para que te escuchen y comprendan lo que dices.
• Usa oraciones simples y cortas.
• Comprueba que han entendido lo que has dicho pidiendo que te expliquen lo que dijiste.
• Se consiste, demuestra con el ejemplo aquello pides o esperas que hagan.
• Cuando los niños, niñas y adolescentes no se comportan como esperas, puedes sentir enfado, perder el control y decir o hacer cosas que les generan miedo, enojo y desconfianza. Una autoridad tranquila con amabilidad y respeto es más efectiva para reducir los conflictos y promover el buen comportamiento.
• Ten presente que las dificultades para controlar el temperamento, no son motivo de vergüenza, lo importante es buscar apoyo.