Familia y amigos son muy importantes para brindar apoyo a alguien con un problema de salud mental. Pero cuidar de otros es un desafío físico y emocional, que requiere como primera medida “cuidar de mí” y de los otros “cuidadores” para ayudar efectivamente al otro.
Busca el momento para hablar con calma, sin distracciones y pregúntale cómo se siente.
Muchas veces una simple pausa puede ser suficiente para que una persona se sienta cómoda para hablar. Presta atención a las respuestas, sin interrumpir, juzgar u ofrecer soluciones.
Habla con tranquilidad sobre los cambios en su comportamiento, pregúntale lo que siente y lo que está pasando en su vida, dale espacio para responder.
Suele ser un gran alivio para las personas saber que otros entienden que están pasando por un momento difícil, con disposición para escuchar y ayudar, aunque no sea fácil comprender lo que experimentan.
Cuando alguien que conoces está pasando por un momento difícil, puede ser preocupante para ti y para otros. Para muchas personas puede ser difícil expresar sus sentimientos, pueden sentir vergüenza o preocupación de que se les considere débiles, puede que piensen que no tienen a nadie con quien hablar o simplemente no saben por dónde empezar. Si bien puedes sentir algo de incomodidad hablando con alguien sobre su salud mental, el simple hecho de hacerles saber que te importa puede marcar la diferencia en cómo se sienten y crear una oportunidad para animar a alguien a buscar la ayuda que necesita.
Algunas veces las personas pueden negarse o resistirse a recibir apoyo, lo que complica que se sobrepongan de los problemas. Es importante mantenerse en contacto y alentarlas a buscar ayuda.
Averigua qué alternativas de ayuda están disponibles para la persona, sus características y el proceso para que acceda a ellas.
Puedes empezar con “Me gustaría hablar contigo sobre algo importante, ¿es un buen momento o podemos hablar en otro momento?”
Es posible que recibas respuestas que generen frustración, controla tu tono de voz y tus expresiones, mantén la calma y evita discutir.
Algunas personas sienten temor a la crítica o tienen dificultades para explicar lo que experimentan, explícales que la ayuda no las juzgara y permitirá entender mejor la situación.
Indaga por lo que le preocupa a la persona y plantea trabajar en conjunto para encontrar una solución, incluso puedes sugerir acompañarla para buscar ayuda profesional.
Cuando una persona experimenta afectaciones de la salud mental, la experiencia puede resultar preocupante para ella y para las personas cercanas. Identificar las señales de advertencia permite buscar ayuda de forma oportuna.
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