Ansiedad

Aunque no exista una amenaza específica o no tengas claro por qué, experimentas preocupaciones y miedos constantes con relación a diferentes actividades y eventos, que te dificultan o impiden
realizar actividades diarias.

Miedo intenso, poco realista y desproporcionado a un objeto, actividad o situación que en realidad representa poco o ningún peligro. El miedo te obliga a evitar a toda costa el objeto que lo causa.

Temor intenso y debilitante a situaciones sociales o eventos específicos como hablar en público. La preocupación radica en las demás personas puedan tener una opinión negativa de ti o que te humillen públicamente.

Temor intenso y desproporcionado a estar lejos de figuras de apego y cuidado como son tus padres por la preocupación de perderlos o que algo malo les pueda ocurrir, lo que interfiere con tus actividades sociales, escolares e incluso laborales.

Miedo irracional y extremo a la idea de estar en una situación en la que es imposible escapar y a la posibilidad de experimentar en público síntomas de pánico u otros síntomas de temor y malestar.

Oleadas inesperadas, impredecibles y recurrentes de miedo o malestar intenso, con o sin motivo; a lo que se suma el temor de volver a experimentar esta situación.

Aunque se cuente con las habilidades para hablar y expresarse adecuadamente, la posibilidad de experimentar vergüenza o miedo impide hablar o establecer contacto en entornos o situaciones específicas, como en la escuela o con extraños.