Espectro autista

En lugar de concentrar tu atención y tus esfuerzos en cambiar lo que te hace diferente, permítete reconocer cómo esas características te hacen una persona única y te pueden ayudar a lograr las cosas que deseas. Tú eres quien mejor comprende tu comportamiento, date la oportunidad de explorar y reconocer tanto los factores que te motivan a actuar e interactuar, como aquellos que te generan estrés y pueden desencadenar respuestas desafiantes o abruptas. Identificar estos factores te permitirá tener mayor control y usar tus fortalezas para prevenir o modificar esas situaciones difíciles.

Saca provecho de tu gusto por las rutinas y construye una estructura que te permita mantener un ritmo constante de las actividades diarias, como comidas, trabajo o escuela, pasatiempos, descanso, higiene personal, labores del hogar. Permítete incluir en tu rutina un espacio para atender o compensar las interrupciones que puedan demandarte las situaciones cotidianas (como las congestiones de tráfico) o los eventos inesperados (como los cambios de clima). Comparte tu itinerario con personas de confianza para que te apoyen y lo acojan.

Considera alternativas terapéuticas que respondan a tus necesidades para llevar una vida independiente y te permitan, por ejemplo, aumentar el lenguaje, mejorar las habilidades comunicativas, desarrollar habilidades sociales, aprender estrategias para asimilar y adaptarse a los cambios, fomentar destrezas cognitivas y robustecer las fortalezas existentes.

Recuerda que cada esfuerzo que emprendas es valioso, prémiate con tus actividades favoritas por cada meta de aprendizaje que logres y cuando te encuentres usando tus nuevas o mejoradas habilidades.